Experiencia resignificada de dolor (II)

Basado en la experiencia de la perdida de un familiar.

Había una vez un jardín muy hermoso y mágico, tenía robles, cerezos, manzanos, romero, menta, hierbabuena, manzanilla, margaritas, violetas, árboles frutales, entra muchas cosas más. A este jardín lo visitaban abejas, colibrís, mariposas, risueñores, animalitos que se alimentaban de las frutas que crecían, duendes, hadas y toda clase de criaturas.

El jardín estaba en medio de un palacio, en el palacio vivían el rey, la reina y una princesita muy linda, por sus mejillas rosadas y sus labios rojos le decidieron poner el nombre de Rosa. A la reina le gustaba visitar el jardín todas las mañanas para revisarlo y conversar con el:

-Buenos días lilas, ¿como están?- les preguntaba con ternura

-Muy bien ya que nos visitaste, solo un detalle, el jardinero no nos ha regado bien y estamos my sedientas- le respondían a veces o le podían contestar así- la verdad es que los duendes nos maltrataron al jugar al escondite y nos lastimaron las hojas- también les respondían otras veces-Dile a las hadas que nos canten más seguido nos encanta cuando lo hacen-.

Los arboles frutales a veces se quejaban cuando los visitantes jalaban muy fuerte de sus hojas, que necesitaban ser podados porque estaba una copa de uno encima de la de otro, o que un jardinero desconocido se había llevado uno de sus retoños sin permiso.. en estos casos buscaban al jardinero y lo hacían pedir disculpas, ya que a los árboles no le molestaba que se los llevaran si no que no pidieran permiso.

Y así pasaba la mayor parte de la mañana, platicando y argumentado.. pero más importante apreciando todo lo que le decían.

Por las tardes llegaban los duendes, hadas, criaturas y demás visitantes, la reina le gustaba hablar con ellos ya que muchas veces le hacían observaciones de sus necesidades y se las pasaban al rey. Un día la princesita le preguntó:

-¿Por qué no hay ninguna rosa en el jardín?-la reina después de pensar su respuesta le respondió-Es cierto, deberíamos de plantar unas.

Así fue como la princesita y la reina empezaron a pasar más tiempo en el jardín, la princesa porque ella quería encargarse personalmente de las rosas y la reina porque le gustaba observar a su hija en su jardín.

Un día la reina cayó muy enferma, no se podía levantar de la cama, la princesita estaba al lado de ella todo el tiempo, y la ayudaba. La reina estuvo convaleciente cerca de dos meses al inicio del tercer mes falleció.

La princesa se sintió abandonada, no salía de su habitación, estaba herida, pensaba que su mamá la había abandonado, junto con la princesa todos los súbditos y el rey sufrían. Hasta que un día Rosa se asomó por su ventana y vio el hermoso jardín que había dejado su madre, se acordó de todos los momentos bellos, bajo y le fue a llorar a sus rosas, y así fue durante varios meses, le iba a llorar al jardín, y todos los visitantes la intentaban ayudar. Hasta que un día después de varios meses las princesa no despertó triste, había aceptado que su madre estaba muerta físicamente pero seguía con ella, con el rey el jardín y los súbditos, la princesita a veces se pone triste cuando se acuerda que la reina ya no esta con ella, pero esta agradecida de todas sus enseñanzas y recuerdos.

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