Experiencia resignificada de dolor

¿Qué es el dolor?

Aunque el dolor es una de las experiencias más comunes de la vida, siempre sorprende y continuamente nos exige aprender y adaptarnos a las nuevas circunstancias. Nadie puede considerarse “experto” en el dolor; siempre tiene una dimensión de originalidad: en la forma cómo se manifiesta, en sus causas, y en las diversas reacciones que desencadena. Muchas veces nos encontramos sufriendo profundamente por motivos y razones que nunca esperamos.

El dolor y el sufrimiento son parte de la vida, pero en ocasiones, sufrimos innecesariamente.

Tú puedes evitar este sufrimiento innecesario y aprender a disminuir el dolor que es inevitable.

Dolor es un término que señala una sensasión, molestia, aflictiva y por lo general desagradable en el cuerpo o el espiritú. Puede tratarse por lo tanto de una experiencia sensorial y objetiva o emocional y subjetiva.

El dolor es un punto de encuentro entre la alegría de la esperanza y la necesidad de la oración. Los cristianos aceptan el dolor con la esperanza de un gozo futuro. Son plenamente conscientes de sus límites y confían en la ayuda que se implora a Dios en la oración. No se trata del convencimiento de que la propia capacidad de afrontar las dificultades por sí mismo, ni de adoptar la posición pesimista de aquel que piensa que el sufrimiento es la última e inevitable estación en el camino de la vida.

La principal peculiaridad del dolor humano es que plantea un interrogante existencial. «Dentro de cada sufrimiento experimentado por el hombre, y también en lo profundo del mundo del sufrimiento, aparece inevitablemente la pregunta: ¿por qué? Es una pregunta acerca de la causa, de la razón; una pregunta acerca de la finalidad (para qué); en definitiva, acerca del sentido» . En efecto, cuando se emprende la búsqueda del sentido del dolor, el ser humano se cuestiona sobre el sentido de su misma existencia y trata de aclarar el alcance y el significado de su propia libertad. «¿Puedo rechazar el dolor? ¿Puedo, acaso, fijar una distancia del dolor, eliminarlo? El dolor le imprime a la vida su sentido efímero».

Esta experiencia humana nos mueve a buscar la ayuda de otras personas y a ofrecer, a la vez, nuestra asistencia. La experiencia del dolor nos enseña a prestar más atención a otras personas. El dolor marca la diferencia entre una persona madura y equilibrada, que es capaz de enfrentar obstáculos y situaciones difíciles, y una persona que se deja llevar y absorber por sus propias emociones y sensaciones.

Experiencia de dolor en la que esta basada la historia

Una de las experiencias que más me ha dolido y el fallecimiento de mi abuelo porque él era como mi papá porque lo veíamos seguido que a mi papá y pues convivía más con el entonces me dolió mucho porque ya que no lo tengo ya no es lo mismo porque no se pueden hacer las mismas cosas y siempre te acuerdes que no es lo mismo si no está él y que las cosas no se viven igual aunque lo disfrutes ya no es lo mismo .

Aunque te duela tienes que aprender a vivir con eso porque tienes que superarlo y seguir viviendo y disfrutando en las Cruces y aprendes a valorar que tú no tuviste y hay gente que ni siquiera conocer a sus abuelos y tú tuviste la oportunidad de convivir con mis suegros ahí aunque no fue mucho de la pasaste bien y aprendiste muchas cosas y me gustaría seguir porque era una buena persona y siempre me enseñaba cosas buenas

Yo que tú me reporto niñez de poder conocerlos pero que sido una de las mejores cosas que me ha pasado aunque como te encariña es tanto con ellos cuando los pierdes te duele mucho y tardas en superarlo pero al final lo haces.

La pérdida del manzano

Hace mucho tiempo en un bosque lejano había un árbol grande y fuerte de un manzano, un día una ardilla de todas las que había en el bosque, dejo caer una pequeña semilla de las de su fruto, la semilla cayó a varios metros de distancia del árbol, la semilla después de varios años creció y se volvió otro manzano, este manzano no era tan fuerte como el anterior pero al momento de que el primer manzano le enseñaba este agarraba práctica.

Un día un ruiseñor se estaba comiendo una manzana del segundo manzano y se le cayó una semilla, esta semilla creció mucho más cerca al primer manzano que al segundo, el primer manzano se sintió muy feliz y dichoso de que iba a temer a uno de los suyos muy cerca de él. El tercer manzano le empezó a llamar al segundo manzano papá y al primero abu.

-Abu, ¿Por qué dejamos que las ardillas y pajáros tomen nuestras manzanas?- preguntó un día el manzano más pequeño.

- A nosotros nos hace grande y fuertes la tierra y el agua, a ellos las manzanas y los otros frutos- le respondió cariñoso el abu.

Así pasaron los años hasta que un día hubo una horrible tormenta eléctrica en el bosque dónde vivían, era una tormenta horrible nunca se había visto algo así, momentos después al manzano más grande le cayó un rayo y el pequeño manzano lloró

Días después el pequeño manzano dejo de sentirse tan triste y empezó a apreciar y comprender lo que je había enseñado su abu.

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